domingo, 30 de noviembre de 2014

Discurso en la presentación del libro “Sistema de Inteligencia de la Defensa, Impacto en la Armada” del Capitán Héctor Patoco.

Autoridades presentes, Damas y Caballeros, tengan todos ustedes muy buenas tardes: La mística que desprende la presentación de un libro siempre es buen augurio, no solo para su autor, sino para quienes recibimos esta impronta. Si la opción excede la literatura, me refiero a su temática, y el autor decide articular con pulsiones de alto compromiso social, la vertebralidad de la cultura acusa una solidez inusitada, vinculándose fuertemente con altos principios identitarios y funcionales, para nada desatendibles. El tiempo, como decía Borges, “la sustancia de todas las cosas”, me enseñó que en esos momentos, en esas instancias primeras de valoración, se abren portales a nuevos horizontes y redefiniciones. Y hablando de la importancia de presentar un libro, redoblo el título, la idea y manifiesto: “la importancia de presentar un libro en la jornada de hoy” ya que conmemoramos el nacimiento de uno de los genios insoslayables más estoicos y fugaces de nuestra historia nacional; hablo del escritor Leopoldo Lugones. La SADE, gestionó que el día de su nacimiento, sea para los amantes de las letras argentinas, el día del escritor nacional. Cuando soy convocado para editorializar acerca de un trabajo bibliográfico, intento arribar a la voluntad de su autor, intento comprender, a través de las expresiones de su espíritu, el porqué de cada esencia vertida… vertida en cada línea. Cuando la especificidad requiere un análisis superior, ya que los ámbitos de competencia admiten la opinión ilustrada pero finalmente demandan la posición docta, dejo a quienes se formaron al respecto, para instruirnos sobre ésta. Claramente, el libro que hoy nos ocupa, “Sistema de Inteligencia de la Defensa, Impacto en la Armada”, un serio y comprometido trabajo de investigación que llevó a cabo el Capitán Héctor Luis Patoco, reviste una importancia mayor; osea que más allá de mi valoración al respecto, invita palabras a su altura. Sin embargo, no escatimaré en decir, que al leer el material, no solo me cultivó en una dinámica conocida pero no abordada, por lo que en mi carácter crítico, debo ponderar el didactismo y la inclusión discursiva que el autor ha elegido para presentarnos su obra. El arribo a la información es dinámico; la transmisión de los conceptos hacen que el ciudadano medio argentino, formado o no en los acontecimientos históricos que circundan al mundo de la inteligencia, comprenda, se instruya y tenga la posibilidad, luego de su lectura, de dar una opinión sobre un tópico raramente profundizado y difundido fuera de las esferas de estudio específico. Con arribos sucesivos y minuciosos, el Capitán Patoco aborda el sistema de inteligencia de la defensa, refiriendo a la historia, el contexto, la formación, la legislación y finalmente su impacto, en la institución, en la Fuerza que ha definido la carrera de su vida. De la misma manera en que el otro día decía en el acto formal del 25 de mayo, que Patria es mucho más que la proyección de las sombras cíclicas del bronce en los parques, hoy me da fervor decir, que un libro construye Patria. Y más un libro cuya presentación se realiza dentro de estos muros, muros que cimentan la formación de los oficiales de la Armada de mi país. Como gestor cultural, como escritor y crítico, agradezco la posibilidad de decir estas palabras en esta ocasión tan trascendente. Mi profundo agradecimiento al Capitán Luis Patoco, se lo que significan estos momentos para él; el reconocimiento después de una ardua labor no se concentra únicamente, en lo que pondera el prólogo, en la voz de la Magister Eliana de Arrascaeta, nieta del historiador Félix Luna, sino y fuertemente, en el aplauso de sus contemporáneos y compañeros de senda, hoy y aquí. Un libro siempre es la posibilidad de la creación de un universo maravilloso. Un libro en las coordenadas espacio y tiempo adecuadas, puede ser la semilla de un big bang de ideas, formas y recursos que, siempre, y por más que recrudezcan los sistemas establecidos, trae un mar de expresiones positivas. Un libro, de la mano de un oficial de la armada, entre las manos de otros compañeros de senda, es NO solamente un hito de crecimiento y enriquecimiento para las filas de La Fuerza, sino, un aporte más al engrandecimiento de nuestra nueva Argentina de brazos abiertos, que pulsa, requiere y admite, señales de luz. Muchísimas gracias.

1 comentario:

  1. Hola a todos. Estas palabras, breves y muy sentidas, las pronuncié en el auditorio de la ESOA (Escuela de Oficiales de la Armada, en Puerto Belgrano) el jueves 13 de junio del año 2013, en el marco de la presentación del libro referido. Quiero agradecerle a mi gran amigo, Héctor Luis Patoco, la deferencia de haberme incluído en el protocolo institucional de la presentación de su obra; una tesis sobre defensa, prologada nada más ni nada menos que por Elena de Arrascaeta. Ha sido un gran honor. Vale la trascendente aclaración, a modo de colofón merecido, su ascenso escalafonario en la orgullosa institución, a Jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto.
    Héctor Luis Patoco es mi amigo, y estos, fueron mis humildes pensares para su obra.

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